Sí, es una enfermedad compleja, no todo el mundo que bebe la desarrolla. Muchas veces los tratamos como si fueran un despojo de la sociedad, quizás sea por nuestra ignorancia sobre el tema.
El alcohólico:
- No es un vicioso: vicioso es un acto libre por placer, el alcohólico bebe por necesidad.
- No es un borracho: término insultante. Hay alcohólicos que no se han emborrachado nunca.
- No es un tarado: en la mayoría de los casos las consecuencias del alcohol son recuperables con la abstinencia.
- No es un degenerado: las consuctas deplorables bajo el efecto del alcohol son en ocasiones un síntoma inevitable de la enfermedad cuando se está en activo. La abstinencia mantenida permite que aflore la verdadera personalidad del enfermo.
- No es un enfermo voluntario: el enfermo alcohólico no busca la enfermedad, más bien " se la encuentra". En una sociedad como la nuestra, el factor ambiental propicia el veloz y rápido encuentro entre la persona predispuesta y el alcohol, que de modo progresivo y sin saber exactamente lo que le está ocurriendo acaba desarrollando la enfermedad.
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