- A nivel laboral: la capacidad de trabajo se resiente progresivamente, siendo frecuentes los retrasos, los accidentes y las bajas laborales, pudiendo perder su puesto.
- Los problemas judiciales y criminales: son consecuencia de estos trastornos en la conducta, sobre todo cuando el enfermo consume además de alcohol otras sustancias.
- Pérdida de nivel económico: como consecuencia de desatender los asuntos laborales, puede llevar también a una pérdida del nivel social, e incluso a la mendicidad en casos extremos. Todo esto puede ocasionar actitudes de rechazo y pérdida de relaciones y amistades, siendo frecuente que el enfermo alcohólico acabe aislado.
- Las relaciones familiares: suelen sufrir un deterioro más o menos profundo. Los reproches, los celos, las discusiones, las agresiones, forman parte de la vida cotidiana y no es raro que desemboquen en separaciones matromoniales y dispersión de la familia.
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